Mitos y leyendas del té: el té rojo

Volviendo a una mis labores como sommelier de té: escribir sobre té y promover así el conocimiento de este maravilloso y desconocido producto. Hoy voy a hablaros de uno de los mitos y leyendas de ese gran (des)conocido en Europa: el té rojo. No todo va a ser probar tés de origen de pequeñas plantaciones, reprobar tés y tazas, visitar ceramistas… Y es que estoy construyendo un bonito proyecto que pronto verá la luz, así que mientras tanto a seguir escribiendo de té y sorprendiendo el paladar.

La pasada semana escribiendo un post para Merkabio me di cuenta que no todo el mundo conoce, por ejemplo, que el té viene de la misma planta y que las diferentes variedades de té nacen de las diferentes formas de procesamiento y manufactura ¿hablamos hoy del té rojo?

Té rojo: el gran (des)conocido de Occidente

¿Cuál es el té más consumido en Occidente? Quizás os sorprenda diciendo que el té rojo es el té mas consumido en Occidente

¡¿cómo?! diréis si es el té negro el que más consumimos en España por ejemplo, también en Inglaterra con su «tea time» de las «five o’clock»

Todo tiene su explicación y es que en España y en Europa en general, llamamos al té rojo como té negro (ese sí os suena verdad?)

En China es donde nace y se perfecciona el té rojo, allí se conoce a este té como Hong Cha («té rojo»), ya que cuando sus hojas se infusionan, da a la taza un intenso tono rojizo.

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Es curioso, ya que, a pesar de los siglos y siglos de tradición en Oriente, tan pronto como el té comenzó a comercializarse en Occidente, comenzaron a llamarle té negro ¿por qué? ¿de donde viene ese cambio de nombre? ¿de donde viene esa confusión?. Es fácil, en Oriente se fijaban en los colores que da el té infusionado para ponerle su nombre, en el color de la infusión en la taza, sin embargo los europeos se fijaban en las hojas secas del té, hojas que efectivamente tienen un intenso color negro, de ahí el re-bautizo que sufrió el té hace tan solo unos años.

¿Qué es el té rojo?

árbol-de-teLos diferentes tipos de té son procesados de forma diferente, pero no solo es el procesamiento de té el que hace que unas simples hojas de té se conviertan en un té rojo, un té verde, un té blanco… Factores como el varietal, el terroir, el momento del año en el que se realiza la cosecha… Hacen que se convierta en un determinado tipo de té u otro.

Sin embargo es el procesamiento el que genera mayores cambios a nivel organoleptico en el té

Muchas veces, los autores occidentales nos engañan diciéndonos que el té es el mismo siempre y que los cambios de sabor son solo generados por el procesamiento que tienen las hojas. Quizás esto sea cierto para este té, el té rojo, que admite cualquier tipo de varietal, terroir… generalmente produciendo un té de gran calidad.

Esto no es así en el resto de variedades de té, ya que por ejemplo, el té verde, no solo se forma a partir de un procesamiento, si no que debe tener un determinado varietal, un terroir…. que hacen sea ese y no otro el té que estamos tomando.

El té rojo es un té mas fuerte que el resto, más oxidado, tiene más cafeína y más taninos, por lo tanto los chinos dicen que es un té más enérgico, más vigoroso y por lo tanto, más inspirador y más estimulante que otras tazas.

Pasos en el proceso de elaboración del té rojo

  1. Cosecha. A mano o a maquinatea-red
  2. Marchitado de las hojas. Este paso consiste en apilar el té en unas bandejas, en una sala donde grandes ventiladores mueven la humedad y hacen que se evapore. Este proceso, que podemos llamar «marchitado», reduce la humedad y hace que comience el proceso de oxidación de las hojas
  3. Proceso de enrollado. Proceso que hace que las células de las hojas se rompan y comiencen a aparecer los aceites esenciales de las hojas de té. Este proceso hace que aire entre dentro de las hojas, contribuyendo así al proceso de oxidación
  4. Oxidación adicional. Este es un paso opcional, que se hace en la elaboración de algunos tipos de té y en otros no. Consiste en exponer los aceites esenciales de las hojas nuevamente al proceso de oxidación. Este proceso implica dejar el té tranquilo, que se asiente, que vaya perdiendo poco a poco su calor. Este es un proceso que le da al té unos aromas sumamente especiales y un impactante Qi (otro día hablamos del Qi)
  5. Secado al fuego, generalmente en woks de hierro
Verónica Hegar Escrito por: