Llevo algo más de un año viendo la palabra «té de origen» aludiendo a una clara estrategia de marketing de la que muchas tiendas o proveedores de té se nutren para incrementar sus ventas. Es por eso que hoy voy a escribir acerca de cómo reconocer un buen té de origen.
Hace un tiempo os dejaba un post acerca de cómo evaluar sensorialmente un té, pero ahora vamos a ir un poco más allá
Té de Origen ¿cómo reconocerlo?
No hace falta ser un sumiller, los ingredientes del té en hoja, a diferencia del de bolsita, están expuestos a quien quiera verlo y ya de paso pagar en su justa medida por supuesto, ya que el escaso conocimiento que existe en España acerca del té hace que estemos pagando más de 10 veces su valor de compra en tés que proceden de grandes proveedores europeos, de los que ni ellos mismos conocen la procedencia del producto que almacenan cosecha tras cosecha.
ASPECTO: Vista
Fíjate primero en la hoja y el color. La hoja varía entre los diferentes tipos de té, pero si la hoja presenta roturas, algunas hojas están desmenuzadas… Significa que no es un té de alta calidad, que es de pasadas cosechas o que no se ha almacenado bien. Las hojas rotas harán que sea un té más amargo, a excepción de muchos tés negros y oolong, que son deliberadamente «rotos» aunque esas microroturas no se deberían apreciar a simple vista.
El color: las hojas que se tuestan al wok serán un poco amarillas, el té al vapor tiene el aspecto de un vegetal verde muy intenso, como las espinacas, y el té verde horneado será de un verde muy oscuro.
TRUCO: las hojas del té siempre son brillantes y puedes ver claramente los brotes
OLOR ¿Cómo huele el té?
El olor del té es fundamental: en seco y en húmedo:
- Si no hay aroma en las hojas secas, esto es sospechoso, ya que se trataría de un té nada fresco.
- Pero ¡cuidado! si hay muchos olores, y muy intensos y poco naturales se trata de tés aromatizados con sustancias químicas. Estas sustancias no son nada beneficiosas para el organismo (al igual que muchos de los mezclas de té con frutas que nos venden en el mercado español)
¿A qué huele un buen té verde? El té verde debe tener una fragancia ligera, fresca y relajante, desde una orquídea hasta olores que nos recuerdan a almendras o castañas hasta a vegetales cocinados.
¿A qué huele un buen té negro? El té negro debe tener una fragancia dulce y floral, especialmente a rosas, y el aroma debe persistir. Algunos nos recuerdan a maderas frescas o a chocolate.
¿A qué huele un oolong? El aroma de los oolongs puede variar desde melocotón hasta flores, maiz dulce, chocolates…
TACTO
El té de baja calidad se desmorona bajo presión. Esto significa que hay errores en el procesamiento, es viejo o es de mala calidad.
Al romper las hojas del té, éstas han de sonar, así sabemos que es un té que no tiene humedad.
Un buen té verde se siente, al tacto, suave, nada grueso y sus hojas húmedas deben estar tiernas (¡te las puedes comer!).
SABOR: ¿A qué tiene que saber?
¡Una de las mejores maneras de juzgar un té de origen, por supuesto, es por el gusto!
Lo primero y más importante de todo: el té es dulce. Y si no lo sientes así es que es un té que estás preparando mal o es de mala calidad.
Recuerda que probar el té es como probar el vino. Cuando infusiones tu té, comprueba su dulzor y que coincide con la descripción que te han dado en la tienda. El retrogusto debe permanecer durante un tiempo notablemente largo también.